Días de lluvia

A muchos no les gustan, quizás porque el estado de ánimo se torna un poco hacia el aburrimiento y el desgano, pero la verdad es que los días de lluvia, son para reflexionar, para guardarse en el refugio y protección del hogar, de repente para descansar o simplemente para asomarse en la ventana y ver como caen una a una las gotas desde el cielo gris.

No hay nada como escuchar desde el interior de la casa como sopla el viento acompañado del agua, tomar una taza de chocoloate caliente o beber un poco de sopa, quizás sea un poco tonto, pero son cosas diarias, que nos hacen formar parte de este mundo lleno de vida.

En los días así es más fácil reconocer el verdor de los árboles y apreciar el hábitat natural en el que vivimos, las personas se calman y respiran con más lentitud. No es tan difícil sentirse bien cuando llueve, aunque muchos piensen lo contrario, es cuestión de observar con más detenimiento, no fijarse tanto en lo negativo o en las consecuencias que puedan surgir y valorar lo hermoso de la vida.