23 de febrero de 2011

La radio hoy y mañana

La radio siempre ha tenido muchos elementos que la hacen primordial dentro del limitado conteo de los medios de comunicación social, pero uno de ellos, hablando más específicamente son las líneas editoriales y como lineamientos que guían este medio hoy en día, pueden ser de índole ideológico, político, social o económico y tienen el poder de reflejar en la selección de los temas que transmiten, las palabras que usan los locutores en sus programas, las fotos que colocan en las vallas publicitarias y la redacción de guiones tanto técnicos como literarios. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que cada punto de vista influye en lo que el radioescucha entiende de los mensajes emitidos. Por eso es muy importante ser consciente y lo más objetivo posible a la hora de producir radio.

Por otro lado, el ser humano posee el don de la palabra, que a su vez es el modo de comunicarse más práctico y sencillo que hay. La radio depende de ello totalmente. Los locutores que le dan vida a las emisiones radio deben mostrar buena dicción y sus mejores destrezas a la hora de hablar. Una de las formas que nunca falla para atraer público en este medio es el humor. Anteriormente abundaban los programas humorísticos en la radio, sin embargo, con el paso del tiempo han ido desapareciendo poco a poco, mas no en su totalidad.

Es decir, actualmente el modo más común de incluir el humor en los programas radiales es mediante el talento de los locutores que le dan vida al programa. Puede que en algún momento se dé la oportunidad de hacer algún tipo de broma, de decir un chiste e incluso hasta burlarse de algo o alguien, claro está, siempre de la manera más respetuosa.

Por otro lado, el mundo de la comunicación ha sido uno de los sectores que con el paso de los siglos se ha transformado más, especialmente por la influencia de las renombradas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Sin duda, los avances en telecomunicaciones, informática y la industria audiovisual han contribuido en la sociedad que es cada vez más compleja y dinámica y en la cual el internet se ha posicionado como jefe. Por supuesto la información se distribuye en cuestiones de segundos y ahí está lo relevante de todo.

Como dentro del mundo audiovisual antes mencionado se encuentra la radio, por supuesto que no escapa a todos estos avances, la información que emite obviamente va incluida en esto y el proceso de transmisión de datos y mensajes se hace mucho más fácil, ágil y factible. Además de que la radio es considerada por excelencia el medio de comunicación de masas más rápido y efectivo.

Con el paso de los años la radio ha adquirido mucha fuerza dentro del campo de los medios de comunicación social. Actualmente, juega un papel fundamental también dentro de la sociedad, de hecho sería muy difícil imaginar cómo sería el desempeño de los pueblos sin la influencia tan positiva que ejercen las emisoras dentro de ellos.

Hoy por hoy, la tecnología digital se resume a la trasmisión de datos. De hecho, casi todas las estaciones disponen de estudios completamente automatizados, lo que permite que los productos radiofónicos se puedan elaborar con más comodidad y eficacia.

Todo esto no se trata solo sobre la veracidad e inmediatez de la radio, va más allá, es el compromiso social de orientar e informar al público de las comunidades a las que se deben. Quizás por ese mismo compromiso hubo la necesidad de avanzar sobre todo en lo que a métodos se refiere, ahora en las emisoras radiales se cuenta con una gran tecnología hasta el punto de que incluso en internet se pueden escuchar los programas de preferencia.

La digitalización de la radio ha roto fronteras literalmente, el hecho de que en Venezuela se puedan escuchar las transmisiones de una emisora extranjera, por poner un ejemplo, dice mucho tanto de los avances como del interés que las masas ponen sobre este medio de comunicación audiovisual.

22 de febrero de 2011

Good Morning, Vietnam


Adrian Cronauer es un profesional y amante de la locución que se destaca en la emisora de radio de la tropa de los Estados Unidos de Norteamérica, durante la guerra en Vietnam.

Los animadores anteriores de la emisora tenían su manera de conducir cada transmisión, sin embargo cometían errores al leer y al dar las informaciones, solo cumplían con las normas del ejército y comunicaban de forma limitada. Esto hacía que los programas cayeran en la monotonía y por lo tanto no eran nada divertidos. Esto no mejoró hasta que llegó a Saigón el locutor Cronauer con el apoyo de buenas críticas y la fama del animador más entretenido y ocurrente de la época, pero él resultó ser eso e incluso mucho más, poseía una chispa natural que lo destacaba ante el micrófono, no solo contaba con los requisitos básicos como buena dicción y la voz, él demostraba toda la seguridad en sí mismo y corroboraba en cada emisión lo mucho que le apasionaba hacer los programas de radio.

En este film de 1987, dirigido por Barry Levinson, se puede observar cómo son los resultados cuando una persona ama su trabajo, Cronauer se dedicaba por completo a planear cada programa y aún así podía ser espontáneo y gracioso, sobre todo gracioso. Parte de esa chispa natural que lo destacaba estaba formada por la facilidad con la cual hacía bromas y chistes sobre cualquier tema. Sin embargo, como todo acto (sea bueno o no tan bueno) trae consecuencias, el problema de esto empezó a surgir cuando los jefes empezaron a considerar que algunos de sus comentarios con respecto a la guerra no eran políticamente correctos y afectaban, perjudicaban y comprometían la imagen de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Al igual que en la película, en la actualidad algunos países están bajo regímenes que regulan las informaciones que comunican los medios y éstos deben ser cuidadosos al momento de dar noticias o hablar sobre temas políticos, económicos y sociales. Indudablemente deben haber leyes bajo las cuales regirse, pero en una minoría de todos los países, para la época en que vivimos, no existe justificación alguna para que se intente silenciar y enmudecer no solo a los medios de comunicación, sino también a las sociedades a las cuales éstos se deben.

Desde el comienzo este personaje se muestra enamoradizo, alegre y optimista ante la vida. Terminó siendo muy querido por la comunidad a la cual servía por ser una persona dispuesta a alegrar las vidas de los demás dentro y fuera de la cabina de radio. Esa es una de las reglas de oro de un buen locutor: ser espontáneo y evitar los yoísmos.

Una muestra de ello es cuando ve por primera vez a Trinh, una nativa, y queda prendado de ella y empieza a hacer hasta lo imposible por conocerla, hacerse su amigo y pasar tiempo con ella. El enamorarse, lo lleva a conocer a Tuan, el hermano de la joven nativa y quien después se convertiría en uno de sus mejores amigos. Lo defendió en peleas y pasaban tiempo juntos, pero cuando le guerra se hizo más intensa, muchos vietnamitas murieron, entre ellos varios familiares y amigos de Trinh y Tuan. Esto hizo que Tuan tomara la decisión de volar en llamas junto con otros jóvenes un establecimiento, causando la muerte de dos personas y cuando finalmente Adrian lo confronta, descubre los verdaderos horrores que trae consigo la guerra: dolor, tragedia, muertes, llanto y más violencia.

Sin duda es una lección de vida: los actos violentos, traen como consecuencia más actos violentos y por ende no tienen fin, pero la decisión de detener estos actos está en cada quien. Todos somos capaces de llevar alegría y ser seres de paz en cada lugar que pisamos para irradiar a los demás y hacer de éste un mundo sin guerras, ni muertes.

Todo lo que se siembra hoy, es lo que se cosecha en el futuro. Si no quieres cosechar el odio, el rencor, el resentimiento y la envidia entonces cosecha hoy felicidad, paz, amor, reconciliación y dicha entre quienes te rodean.