22 de febrero de 2011

Good Morning, Vietnam


Adrian Cronauer es un profesional y amante de la locución que se destaca en la emisora de radio de la tropa de los Estados Unidos de Norteamérica, durante la guerra en Vietnam.

Los animadores anteriores de la emisora tenían su manera de conducir cada transmisión, sin embargo cometían errores al leer y al dar las informaciones, solo cumplían con las normas del ejército y comunicaban de forma limitada. Esto hacía que los programas cayeran en la monotonía y por lo tanto no eran nada divertidos. Esto no mejoró hasta que llegó a Saigón el locutor Cronauer con el apoyo de buenas críticas y la fama del animador más entretenido y ocurrente de la época, pero él resultó ser eso e incluso mucho más, poseía una chispa natural que lo destacaba ante el micrófono, no solo contaba con los requisitos básicos como buena dicción y la voz, él demostraba toda la seguridad en sí mismo y corroboraba en cada emisión lo mucho que le apasionaba hacer los programas de radio.

En este film de 1987, dirigido por Barry Levinson, se puede observar cómo son los resultados cuando una persona ama su trabajo, Cronauer se dedicaba por completo a planear cada programa y aún así podía ser espontáneo y gracioso, sobre todo gracioso. Parte de esa chispa natural que lo destacaba estaba formada por la facilidad con la cual hacía bromas y chistes sobre cualquier tema. Sin embargo, como todo acto (sea bueno o no tan bueno) trae consecuencias, el problema de esto empezó a surgir cuando los jefes empezaron a considerar que algunos de sus comentarios con respecto a la guerra no eran políticamente correctos y afectaban, perjudicaban y comprometían la imagen de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Al igual que en la película, en la actualidad algunos países están bajo regímenes que regulan las informaciones que comunican los medios y éstos deben ser cuidadosos al momento de dar noticias o hablar sobre temas políticos, económicos y sociales. Indudablemente deben haber leyes bajo las cuales regirse, pero en una minoría de todos los países, para la época en que vivimos, no existe justificación alguna para que se intente silenciar y enmudecer no solo a los medios de comunicación, sino también a las sociedades a las cuales éstos se deben.

Desde el comienzo este personaje se muestra enamoradizo, alegre y optimista ante la vida. Terminó siendo muy querido por la comunidad a la cual servía por ser una persona dispuesta a alegrar las vidas de los demás dentro y fuera de la cabina de radio. Esa es una de las reglas de oro de un buen locutor: ser espontáneo y evitar los yoísmos.

Una muestra de ello es cuando ve por primera vez a Trinh, una nativa, y queda prendado de ella y empieza a hacer hasta lo imposible por conocerla, hacerse su amigo y pasar tiempo con ella. El enamorarse, lo lleva a conocer a Tuan, el hermano de la joven nativa y quien después se convertiría en uno de sus mejores amigos. Lo defendió en peleas y pasaban tiempo juntos, pero cuando le guerra se hizo más intensa, muchos vietnamitas murieron, entre ellos varios familiares y amigos de Trinh y Tuan. Esto hizo que Tuan tomara la decisión de volar en llamas junto con otros jóvenes un establecimiento, causando la muerte de dos personas y cuando finalmente Adrian lo confronta, descubre los verdaderos horrores que trae consigo la guerra: dolor, tragedia, muertes, llanto y más violencia.

Sin duda es una lección de vida: los actos violentos, traen como consecuencia más actos violentos y por ende no tienen fin, pero la decisión de detener estos actos está en cada quien. Todos somos capaces de llevar alegría y ser seres de paz en cada lugar que pisamos para irradiar a los demás y hacer de éste un mundo sin guerras, ni muertes.

Todo lo que se siembra hoy, es lo que se cosecha en el futuro. Si no quieres cosechar el odio, el rencor, el resentimiento y la envidia entonces cosecha hoy felicidad, paz, amor, reconciliación y dicha entre quienes te rodean.

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